
Escritura creativa en vena
Me encanta la escritura creativa. Me gusta probarme y ver de lo que soy capaz juntando palabras; crear historias a partir de una frase, de una imagen o de un concepto a priori anodino.
En el momento en que te acostumbras a trabajar la creatividad, tu forma de escribir cambia automáticamente. Dejas de sentirte limitado/a y descubres el infinito mundo de posibilidades que te ofrece tu imaginación.
La creatividad es la inteligencia divirtiéndose.
Albert Einstein
Ponte ante cada ejercicio como si estuvieras retando a tu intelecto y diviértete. Fíjate si sientes vergüenza, miedo o crees estar escribiendo idioteces. Es exactamente ese juicio interno el que corta el flujo de tu escritura. Mantén a raya al bloqueo creativo.
Puedes leer en esta entrada que escribí hace unos meses 4 libros que recomiendo para trabajar la escritura creativa.
⭐️ Y también puedes adquirir mi curso de escritura creativa por solo 30€.
Te va a encantar tener un cuaderno de ejercicios tan completo donde trabajar todos los aspectos de la escritura. ¡Son 101 propuestas para escribir relatos! Ahora sí que no puedes decir que te faltan ideas… ⭐️
Para ir abriendo boca, aquí te dejo los 22 primeros ejercicios.
¿Me cuentas en comentarios qué te han parecido? ¿Me compartes en comentarios alguno de tus relatos? Me encantará leerte y que otras personas que lleguen hasta aquí lo hagan también.
✍🏼 22 ejercicios de escritura creativa
- «He atravesado el espejo». Continúa la historia a partir de esta frase. En presente y en primera persona.
- «Julián se despertó sin dientes». Continúa la historia y trata de introducir un diálogo.
- «Mi último regalo». Aquí toca pensar un poco. ¿Regalo material o conceptual? ¿Lo recibes o lo das? ¿Qué y a quién? ¿Cuándo? Este debe ser el título de la historia.
- «He pasado la noche atrapado en el zoo». ¿Qué ha sucedido durante la noche? ¿Por qué no salí a tiempo? ¿He estado solo/a?
- Escribe un poema. Intenta como mínimo llegar a los 14 versos.
- «María podía ver el futuro». Esta vez te doy la frase final. Tu texto tiene que terminar así.
- «El día que nací». ¿Qué sucedió? ¿Cómo fue? Documéntate, pregunta, busca información y luego escribe una historia uniendo hechos.
- Describe a Gloria Fuertes. Con este ejercicio trabajaremos las descripciones, así que busca imágenes de este autora, léela, documéntate y describe cómo es nuestro personaje.
- Dialoguemos. Inventa el diálogo entre dos personajes. Uno de ellos cree que su vecino ha robado un coche. Recuerda que los diálogos se escriben con raya (—) y cada personaje habla en una línea diferente.
- La vida de una guitarra. ¿Cómo ha sido? ¿Cómo es? Elige tanto a sus dueños como el tiempo verbal en el que contarás la historia de la guitarra.
- Una amenaza. No contextualices. Solo escribe una nota amenazante a alguien y en ella explica el motivo de tu agresividad. Indaga en el lado oscuro de tu voz (para que luego vaya en favor de tus personajes).
- El genio de la lámpara. Cambia la historia. Eres el genio y has decidido no conceder tres deseos sino que ahora concedes… ¡Sé creativo/a!
- El colmo de la mala suerte. Escribe la historia de una persona a la que solo le suceden desgracias y, sin embargo, mantiene el buen humor.
- Una carta de amor especial. Escribe la carta de amor más empalagosa del mundo.
- Escribe un relato en 1ª persona y en presente con la imagen 1.
- «Les amants». ¿Qué cuenta esta imagen? ¿Quiénes se besan? Elige el narrador y describe el beso.
- «El grito» de Munch. Ponte en la piel de pintor; para ello, documéntate y lee por qué pintó este cuadro o si no invéntate el porqué del autor.






- 18. Los ángeles de la Capilla Sixtina. ¿De qué hablan? Hazlos dialogar con un toque de humor.
- 19. ¿Qué transmiten estas dos obras de Alejandra Salgado? Fíjate bien en los detalles. Inventa la ciudad donde transcurre la historia.
- 20. La extraña pareja. Historia de 300 palabras. ¿Quiénes son las dos personas que pintó Toulouse-Lautrec? Crea su relación.
- 21. Escribe una fábula. Como sabes, es un relato en prosa o verso que proporciona una enseñanza o un consejo moral.
- 22. Abracadabra, pata de cabra. Escribe un conjuro para convertir a alguien en ¿qué o quién? ¿Eres una bruja buena o una con malas intenciones?
La creatividad literaria son horas de escritura
No te agobies si al principio no te salen los textos como esperas. Ten en cuenta que las expectativas siempre van a estar muy arriba y que nosotros nos miramos como si fuéramos pequeñitos. La escritura también tiene una curva de aprendizaje. Y la práctica es lo que hace al maestro. ¡No lo olvides!
Todos somos creativos/as. Todos podemos contar historias. Lee mucho, muchísimo y, por supuesto, escribe. Escribe sobre todo lo que se te pase por la cabeza. Aquí te he dejado 22 ejercicios geniales para que trabajes tu escritura. Si necesitas un empujón mayor, continúa tu formación con el curso de escritura creativa que he creado para todos aquellos que quieren empezar a escribir, pero no saben por dónde ni cómo, y para todos aquellos que quieren contar otro tipo de historias y se creen poco originales.
Te ofrezco 3 alternativas.
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¡Nos leemos!
Espero que estos ejercicios te hayan gustado. ¡Esto es un no parar, señores!
¡Venga, escribe, que tengo ganas de leeros por aquí!
Besazos.
Buenas, me encantó tu forma de desglosar cómo se debe escribir? Muy interesante!
Bendiciones
Muchas gracias. Me alegro de que te haya resultado útil.
Gracias de corazón por comentar.
Un beso.
Quiero los 101 ejercicios para aprender a escribir ✏️
Hola, Maricels:
Aquí tienes el enlace para adquirirlos. Te vendrán genial para practicar la escritura: https://www.itziarsistiaga.com/producto/101-ejercicios-de-escritura-creativa/?v=2fb7284eba87
Un beso grande.
Itziar
La Serpiente Cornuda
Hace mucho tiempo, cruzando una inmensa llanura hasta la entrada al bosque; un león, un pavo real y un mono, se toparon frontalmente con una profunda grieta que separaba el valle de la entrada del bosque.
Muchas historias cuentan que durante millares de estaciones antiguas, aquella grieta, profunda como un océano y oscura como aquellas noches en las que no se logra avistar ninguna estrella, se había llevado a muchos otros animales que osaron cruzarla al olvido, causando que lo demás viajeros tuvieran que rodearla, resignándose a viajes más largos y fatigosos rodeando la grieta en pos de llegar seguros al otro lado.
Sin embargo, el mono encontró un puente escondido, firme y bien cimentado, con el que podrían cruzar sin peligro a caer al abismo. Entonces, los tres animales se pusieron en marcha, dispuestos a lograr cruzar lo que ningún otro animal pudo conseguir hacía tiempo, en aquel lugar tan ominoso e intrigante.
Pero, antes de que pudieran cruzar el puente, se formó reptante ante ellos una figura desconocida y sombría de escamas escarlatas; la serpiente cornuda.
La serpiente les observó fijamente, con detenimiento, pues hasta entonces, nadie había conseguido hallar aquel camino al otro lado. Aun así la serpiente cornuda, sibilina, astuta y paciente, les mostró una postura de falsa gratitud; construida con palabras dulces como la miel de las abejas, y engrandeciendo la pericia del trio de animales por haber encontrado aquella ruta.
A cambio de aquel extraordinario logro, la serpiente le preguntó a cada uno de los tres que es lo que deseaba como recompensa, la cual ella concedería en aparente desinterés.
El león, le pidió ser el líder más fuerte y valeroso de todos, y la serpiente cornuda le concedió una máscara de hueso. El pavo real, le pidió ser el ave más hermosa y elegante de todas en su manada, y la serpiente le otorgó un collar de gemas sacadas del fondo de la grieta. En cuanto al mono, humilde y receloso, sintió un miedo primigenio al deducir la naturaleza e intenciones del reptil, y reusó a pedirle un deseo.
Ante aquel gesto del simio, la serpiente, de mala gana, le dejó cruzar sin haberle concedido deseo alguno. Así, los otros dos animales lo tomaron como una mediocre y graciosa noción de cobardía. Aun así, los tres animales cruzaron al otro lado del puente para separarse una vez entraran en el bosque, cada uno siguiendo su propio camino. Y la serpiente cornuda, tal y como llegó, se retiró al abismo de la grieta riéndose disimuladamente, a la espera de rencontrarse con aquellos viajeros.
El león, saboreando el glorioso futuro que le aguardaba, se puso la máscara, y notó qué su fuerza y ferocidad de incrementaron más allá de lo que otros leones podrían poseer por derecho.
Por ende el león, usando la máscara, condujo a su clan a la conquista de otros territorios. Su dominio era imparable, pero demasiado violento y destructivo para sus seguidores.
El león, quien ya no se quitaba la máscara ni para descansar, tomó los rasgos de compasión y paz de su clan, como indicios de debilidad que irracionalmente furioso no pudo tolerar, realizando purgas contra los que a sus ojos no fuesen dignos. Hasta que un día, cegado por la máscara, el león atacó a una colonia de ratas, convencido de que podría someterlas en un suspiro; pero se equivocó fatalmente, pues las ratas ingeniosamente derrotaron al león en una emboscada coordinada. El león acabó muerto y la serpiente hizo acto de presencia, haciendo huir de miedo a las ratas, y recuperando aquella máscara con la que maldijo al felino.
Y fue así como la serpiente recuperó la máscara, dejando el cuerpo del león a merced de las ratas a las que intento someter.
El pavo real llegó a su pantano arbolado de origen. Y con el collar en el cuello, encandilo con su mágica belleza a todas las hembras de la manada y puso de rodillas a los machos rivales.
Para el pavo real supuso opulencia y altivez cuasi divinas, pero con el paso del tiempo los demás pavos reales le vieron obsesionarse con su belleza y no envejecer, hasta el punto de mirar su reflejo en el agua por horas sin parpadear, sociabilizar ni comer.
Un día, el pavo real tropezó con una zarza y se magulló la cara. Aunque fue un corte insignificante, para el pavo supuso el horror de haber sido deformado brutalmente, empujándolo a cubrir obsesivamente su rostro, como si de un afectado por la lepra se tratase.
Entonces, ante él apareció la serpiente cornuda como una vieja conocida. Le preguntó si podía volver a ayudarle y él suplicó que le volviese a hacer hermoso. La serpiente le dijo que para ello necesitaría el plumaje completo del ave y que le devolviera el collar; a cambio, le crearía un manto de plumas doradas que pudiese encapsular la belleza de toda su raza. El pavo real acepto sacrificar su plumaje y devolver el collar, perdiendo su belleza adquirida junto con la suya natural.
La serpiente le prometió que en cuatro estaciones le entregaría las plumas, siempre y cuando prometiera guardar el secreto de quien le regaló el collar y las futuras plumas de oro.
Entonces desapareció, reptando hasta lo más profundo del bosque, sin dejar rastro.
El pavo real esperó hasta la cuarta estación, cumpliendo su palabra desnudo y despojado de su orgullo, pero la serpiente jamás regreso y el pavo real quedó desplumado, humillado y sin collar.
Y en cuanto al mono, la serpiente trató de buscarlo durante años, pero jamás logró dar con él, pues no hubo deseo que pudiera reclamarle. Dando por imposible encontrar al simio, un día reconoció su presencia, pero no era la figura que conocía el reptil. El mono caminaba sobre dos patas, tenía poco pelo, construía cosas con palos y piedras y podía encender fuego golpeando piedras; todo aquello valiéndose solo del sudor de su frente e ingenio natos transmitidos a sus descendientes.
Como triunfo por su humildad e inteligencia, el mono logró alcanzar plenitud en su propia vida, sin necesidad de magias ni tratos vanos con aduladores.
¡Qué buen relato, Lander!
Gracias por compartirlo. Ojalá mucha gente te lea y descubra tu creatividad.
Hola Itziar.
Tengo una duda con el tema de publicar en esta página:
¿Cómo se gestionan los derechos de autor en estos ejercicios? ¿Lo que publicamos aquí pasa a ser propiedad de la página o mantenemos nuestra autoría sobre el texto?
Solo por mera curiosidad de cara a participar.
Gracias.
Hola, Lander.
No tengo nada reflejado sobre derechos de autor puesto que cada cual es propietario total y absoluto de su obra. Yo no uso los comentarios para fines comerciales ni nada por el estilo.
Mi finalidad es crear un espacio de creación y juego donde la gente, como tú, con ansia de escribir y talento, se encuentre y comparta sus historias a partir de los disparadores de propongo.
Luego, no hago nada con los relatos, puedes estar tranquilo.
En caso de que te agobie el tema, antes de publicar en cualquier lugar, asegúrate de haberlo registrado en páginas como safecreative.org y de esa forma añades al final de tu relato el copyright de tu obra.
De todas formas, desde mi experiencia, en relatos cortos de este tipo, no deberías preocuparte.
Eso sí, si te presentas a concurso, registra siempre tu obra.
Hola, que tal, Itziar. Oye has pensado hacer un grupo en whatsapp en el que podamos compartir nuestros textos y aprender de otras personas?? Estaría super que abrieras un grupo de whats sobre retos de escritura. Saludos
Hola, Itzel:
Por experiencia sé que este tipo de grupos no funcionan. Para ello pongo en marcha los talleres de escritura creativa en directo, porque quienes se apuntan sí leen con atención al resto de compañeros. En un grupo se pierde el interés en cuanto empiezan a solaparse los mensajes. Pero te agradezco la idea y te invito a que, si no lo has hecho ya, te suscribas a la web para recibir más ejercicios como estos y noticias.
Un beso grande.
Muchas gracias por compartir el conocimiento y la experiencia. Amo ver tus videos.
Gracias a ti por valorarlo.
Un beso, Sebastián.
Me gustó mucho la página, tengo ganas de hacer el de la vida de una guitarra, es muy creativo e interesante
¡Hola, Raquel!
¡Qué bien! Si te ha gustado el ejercicio, te animo a que lo escribas y -si te atreves- lo compartas conmigo en los comentarios. Para mí es precioso ver cómo muchas personas de todo el mundo escribís a partir de los disparadores de ideas que propongo.
Un beso.
Hola! Te encontré por casualidad y me atrevo a compartir el relato del primer ejercicio, así, sin red. Saludos.
He atravesado el espejo.
Me atreví por fin a cruzar al otro lado.
Siempre fui miedosa, apocada, mi «modus operandi» era esconderme hasta de mi misma. Prefería vivir sin vivir realmente, por el miedo a lanzarme al vacío que imaginaba había ahí fuera.
Prefería esta vida lineal antes de subirme a esa montaña rusa que suponía había al otro lado.
Pero todo esto cambio hoy, de repente, sin pensarlo demasiado, me puse mi mejor vestido, pinté mi sonrisa, sí, porque empezaba de verdad a sonreír, de rojo y atravesé el espejo.
Esto lo escribo desde el otro lado y la pregunta es: ¿por qué no lo hice antes?.
¡Qué alegría leerte, Charo! Y mil gracias por haber atravesado el espejo y tener la valentía de compartir tu relato. Yo estoy encantada de que lo hayas hecho. Me gusta el final que propones, haciéndote la pregunta clave: «¿por qué no lo hacemos antes?».
Un beso grande.
Gracias! Es un honor que le hayas dedicado un ratín a mi relato, intentaré hacer más cuando la vida me lo permita y los compartiré.
Un beso.
¡Por supuesto! Yo considero que en este camino de la escritura todos formamos equipo.
Te leeré con mucho gusto. Gracias por unirte.
Un beso.
Maravilloso ! Me encanta este relato, gracias por compartir!
Mi problema es que me creo un gran escritor… Durante toda mi vida me decía a mi mismo que no tenia ningún don, que moriría siendo un don nadie sin aspiración, pero un día descubrí sin comerlo ni beberlo que escribir era aquello para lo que había nacido. Hasta que empecé a odiar todo lo que escribía. Todo me daba vergüenza, estaba mal o no era ni la sombra de lo que fue… Empecé a escribir en una depresión y cuando salí de ella fue cuando me apague. Mas adelante escribía muy poquito y había perdido tinta… Ahora volvi con fuerza y me asombro de mi mismo. Tengo una confianza que ya quisiera en los demás ámbitos de mi vida.
Pero llevo escribiendo muchos años. Tengo 23 y aun no tengo nada… Porque necesitó ayuda. Una mano que lea lo que escribí y me diga si es bueno o solo soy yo dandome aires de grandeza. Lo que mas me ocurre es que si releo algo no se continuarlo me obsesionó y lo leo tantas veces que lo llego a odiar y me aburre cuando en un principio lo amaba. Y pienso. Si me aburre a mi quien va a querer leer esta mierda. Pero a la vez se que soy bueno.
Hola, Romeo.
En primer lugar, gracias por comentar y contarme cómo te sientes respecto al mundo de las letras. La autoestima y la confianza bailan, es el conocido síndrome del impostor. No obstante, solo tienes 23. Saramago, por ejemplo, empezó a publicar pasados los 40.
No importa cuándo. Importa el qué y el cómo.
Lee mucho, escribe mucho más y revisa objetivamente tus textos, pero no tantas veces como para hartarte de ellos. Participa en un concurso, apúntate a un grupo de escritura, no sabes lo mucho que puede aportarte adquirir una visión externa sobre tu trabajo.
¡Ah! Y persevera. Es la clave. 😉
Un beso.
Yo también te encontré por casualidad. Empecé a escribir «he atravesado el espejo» imaginando que pudiéramos vernos, en el pasado o en el futuro, desde una perspectiva alegre pero… no sé por qué fue viniendo a la mente el recuerdo de alguien muy especial, mi tio, que se fue muy pronto. Ojalá, todos, pudiéramos atravesar el espejo alguna vez aunque solo fuera para decirnos mutuamente «estamos bien». Los de un lado de la vida y los del otro.
He atravesado el espejo. Sólo puede ser eso, no sé ni como pero lo he hecho. No entiendo nada, sigo en mi habitación pero no encuentro la puerta ¡no hay puerta!. Me está empezando a agobiar esto, no puede ser verdad, debo estar soñando pero parece tan real… Voy a descolgar el espejo porque seguro que esto solo puede ser una broma de alguien con ninguna gracia. Seguro que hay un agujero al otro lado, es la única explicación. No, no lo hay. Tengo que volver a colgar el espejo, aunque pese, y salir de aquí o llegaré tarde al trabajo. Me ha costado pero !ya está colgado!
¡No puede ser verdad lo que veo! Se me está helando la sangre. Oigo a Boney M. Huelo tu colonia. Veo tu pelo largo y tu pantalón de campana. ¿Pero, estamos en 2021?¿Por qué no me sale la voz? Quiero llamarte tio, pero no puedo. No me sale la voz. No, no estoy aquí, estoy ahí contigo. ¡Esa niña que se apoya en el quicio de la puerta mirándote soy yo!. Son los años 70 y estoy ahí contigo.
!Tio! Grito pero no me oyes. Tengo tanto que decirte… Todo lo que te echo de menos, todo lo que no me dio tiempo a contarte. ¡Tio, escúchame!. No me oyes… Necesito tanto verte que no quiero volver a cruzar el espejo y perderte otra vez. No me atrevo ni a tocarlo y que desparezcas tan rápido que no pueda despedirme, otra vez, como aquel día en el que te fuiste para siempre.
Me encanta lo que cuentas. A veces cuando escribimos las emociones toman las riendas y las palabras y ciertos recuerdos asoman para ser expresados. Un texto muy bonito, María.
Muchas gracias por compartirlo.
Un beso.
Que alegría haber encontrado este blog. Soy una aficionada. Escribir es mi terapia. Lo hice desde niña. En palabras puestas sobre un papel, que siempre llevaba a mano, sacaba todo aquello que mis labios por diferentes motivos no podían expresar, y haciéndolo al terminar, sentía como si hubiera dejado a un lado una mochila pesada. Amo las letras. Quise estudiar en la facu la carrera, pero, siguiendo el mandato familiar terminé con mi titulo de abogada. Una profesión por la que no siento pasión, es más cuando tuve la oportunidad de dejarla lo hice. Y cuando se me dio la oportunidad de inscribirme en un pequeño taller de escritura creativa, también lo hice (oportunidad que llegó pasados los cincuenta y con 6 hijos y un matrimonio de casi 30 años). Y si, escribir llena mi alma, leer los universos de otras personas de diferentes edades, de diferentes vidas, amplía mi perspectiva del mundo y del ser humano. Gracias por este espacio. En breve voy a escribir alguna de las consignas propuestas. Saludos.
Me alegra muchísimo haberte ayudado.
Escribe, escribe, es la mejor terapia que conozco junto con los paseos y la conexión con la naturaleza.
¡Besos, Teresa!
Nunca es tarde para soñar y crear.
«El día que nací» Seguro que en ese día nacieron miles y miles de personas. Cada una en su lugar.
Seguro que en ese día también murieron unas cuantas más.
Y esto lo sé con certeza.
No sé quién, ni cuántas, ni cómo murieron, ni si fué en el momento exacto en el que yo naciera.
Pero sé que esto es así.
Seguramente también sucediera más de un accidente.
Alguien que cruzaba la calle fué atropellado por una bici y quedó cojo.
A alguien se le calló el techo encima mientras dormía y quedó subnormal.
No sé, pero sé que ese día fue grandioso, y muchas cosas hicieron que cambiaran el transcurso de las cosas a partir de ese día.
Por eso, ese día fue tan importante como cualquier otro.
Me encantaría saber, más que sobre la gente que nació ese día, sobre la gente que murió o fue accidentada. ¿Cómo ocurrió? ¿Qué ocurrió?
Simple curiosidad…
¡Bravo! Me encanta leer este tipo de relatos.
Continúa creando, Marina.
Un beso.
Me han encantado los ejercicios que compartes con nosotros.
GRACIAS!!! 😀
Cuesta encontrar ejercicios chulos, y los tuyos son geniales!
Un saludito!!!
Muchísimas gracias, Marina.
Puedes unirte si quieres al grupo de Telegram donde comparto retos de escritura con ejercicios de este tipo. https://t.me/escuelaindiedeescritura
Y también tienes un cuaderno creado por mí con 101 ejercicios de escritura creativa por si te motivas… ¡Dale duro! https://www.itziarsistiaga.com/producto/101-ejercicios-de-escritura-creativa/?v=2fb7284eba87
«Mi último regalo». Me encantaría decir que mi último regalo fue un super-regalo, un sorpresón de la hostia, un regalazo que no merecía.
Pero no. Mi último regalo fue una puta mierda.
¡¿ A quién se le ocurre regalar un ventilador en invierno!?
Al menos fue bastante gracioso. Me descojoné durante un buen rato.
Pero luego fue como… ¡¿ qué cojones!?
Bueno, ahora que lo pienso…
Tan tan absurdo no era. No fue un regalo tan malo.
Enfrié más de un potaje con ese ventilador el pasado invierno. Solo un par, luego dejó de funcionar.
Durante bastante tiempo pensé que fué un regalo malo.
Pero ahora ando aquí arreglándolo, porque hace una calor infernal.
A lo mejor… no es un mal regalo ahora.
¡Qué buen relato, Marina!
Gracias por compartirlo. Mira, como Tip de escritura te diré que las palabras que llevan el prefijo super delante se escriben juntas: superregalo, superfeo, superbonito. 😉
Sigue participando en los retos de escritura, verás lo mucho que evolucionas, la escritura creativa es mágica.
Itziar
Mil esker Itziar!! 😀
He atravesado el espejo sin saber cómo… pero lo he hecho. Ahora me veo reflejado en la parte oscura del espejo como una simple sombra, no más. Ya no veo mi rostro ni mis manos, pero sé que están aquí, puedo moverlas, así que existo. Todo mi cuerpo sigue siendo perceptible para mí, por eso sé que sigo estando vivo. No comprendo qué ha pasado. Cómo puede ser que mirar de soslayo al espejo produzca este efecto de absorción y de repente me encuentre al otro lado. Este lado, por cierto, tiene luz, aunque no sé por dónde entra, ya que veo la parte negra de la cara posterior del espejo y no refleja absolutamente nada de afuera y tampoco traspasa imagen alguna del otro lado. Es todo tan extraño, tan incomprensible…, porque lo veo todo oscuro, negro y apagado, pero si lo veo, es precisamente porque hay luz, y además es una luz clara, limpia y transparente que me permite ver toda esta oscuridad con total detalle. Todo son sombras nítidas, brumas espesas y opacas que filtran un color carbón tan lleno de brillo y color que parece un arcoíris comprimido que no se puede saber si es de color o no. Pero puedo moverme por aquí tranquilamente, sin temor a tropezar porque el suelo es, mejor dicho, no es, no existe, no hay suelo bajo mis pies, pero es liso y suave porque lo siento yo. Estoy flotando pues, pero no tengo miedo, piso firme sobre este aire si es que lo hay, o sobre la nada, pero tras esta nada, debajo… más nada hay. No hay nada, pero no veo nada más allá. Y si miro arriba es igual, y levanto ahora mi brazo, a ver si puedo palpar algo, pero en este caso no, no toco nada, quizás esté el tope más arriba, qué voy a saber, si para saberlo se debe estudiar el tema en profundidad aquí adentro y eso lleva mucho tiempo y yo no sé ni cómo empezar. Si miro de frente o me volteo a mirar atrás si veo y hacia la derecha e izquierda también. Si no muevo la cabeza, solo los ojos, también puedo ver todo a mi alrededor. Será entonces que arriba y abajo no existe nada, sólo abajo existe algún tipo de energía que me sostiene y permite pisar sobre ella. Empiezo a caminar sobre esta alfombra invisible, con total tranquilidad y seguridad, me estoy acercando a una cosa, un bulto, una forma oscura que no sé lo que es, pero la veo perfectamente. Es de forma indefinida, no se puede explicar con palabras, pero sin embargo es visible con total claridad. Es como mirar sin ver o puede que sea ver sin mirar y pensando esto ahora no sé si tengo los ojos cerrados o abiertos, algo demasiado importante para determinar cuál de las dos opciones está sucediendo en este momento o en cualquier otro siempre y cuando se dé dentro del espejo. No pestañeo, eso está claro porque no lo noto, pero tampoco tengo necesidad. Entonces será que mis ojos están cerrados o que el ambiente aquí es húmedo y no hay por qué hacerlo. Es curioso porque esto no lo puedo notar y no me queda otra que palpar con las manos mis párpados a ver cómo están. Los estoy tocando ahora, aprieto un poco, con cuidado por si están abiertos, pero no sé muy bien determinarlo. Si las pestañas están abajo… ¡es que están cerrados! ¿cómo puede ser que estén cerrado y yo vea todo esto? ¿por qué están cerrados? ¿cuándo los he cerrado yo? Necesito abrirlos ¡no puedo! Es imposible, no sé hacerlo. Estar en este lugar con los ojos cerrados es peligroso, no se puede estar en ningún lugar con los ojos cerrados. Me está entrando pánico. Se acelera mi corazón. Me falta el aire. Siento temblar todo mi cuerpo y mis ojos siguen cerrados. ¡unos pasos! Alguien se está acercando sigilosamente y eso no lo puedo ver, tengo ganas de llorar, de gritar, de correr, pero estoy paralizado. Noto una mano en mi cara ¿qué hace? ¿me hará daño? ¿quién o qué es? – ¡ah! Consigo gritar y ahora abro los ojos y veo a mi bella mujer. Qué relajación noto. Estoy salvado. Ella me ha sacado. Todo ha sido un mal sueño. El único sitio donde se puede ver con los ojos cerrados y donde puede haber luz a pesar de la oscuridad.
¡Bravo por el relato!
Mil gracias por compartirlo conmigo y con todas las personas que pasan por aquí, Raquel.
A seguir creando.
¡Besos!
¡Muchas gracias Itziar! Acabo de encontrar esta página y es que me he atrevido a intentarlo y voy a ir a por otro de tus ejercicios. Me ha parecido muy divertido y una buena forma de hacer algo bueno con el tiempo libre. Gracias por los consejos en tu página, por la claridad en las explicaciones y por la motivación que produce.
¡Gracias a ti!
Hola! Gracias por estos ejercicios, quería compartir el primero de muchos otros que vendrán.
He atravesado el espejo. Mi brazo continúa sangrando, los cortes son bastante generosos. Debo curarlos antes de que las heridas se infecten. Agitada busco unas gasas y alcohol sin éxito. ¿Donde coño están? – Reparo en mis actos y, para mi sorpresa, no se donde me encuentro. Juraría que estaba en el cuarto de baño mirándome al espejo. Pero… ahora… ¿Dónde…? ¿Que ha…?, ¡Joder!- mi cuerpo empieza a calentarse como una gran fogata. Vale, vale,… relaja… respira hondo… – poco a poco voy disuadiéndole de crear un incendio y consigo aflojarlo a una lumbre. Piensa… – me quedo en brasas. Consciente de mi regreso, me encuentro de nuevo en el baño. Ahora lo recuerdo, la he pagado con el espejo ante un arrebato de histeria. ¡Qué estúpida he sido! empiezan siete años de mala suerte… comenzando con un brazo herido, el estropicio a mi alrededor y el desembolso para un espejo nuevo..
Un saludo
¡Genial, Lorena!
Me ha encantado lo de los siete años de mala suerte.
Gracias por compartir tu ejercicio.
¡Besos!
Hola Itziar,estoy empezando a escribir ,relatos en principio, llegué a està página por un enlace en tu canal de YouTube ;estoy muy motivada porque otra de mis debilidades es el arte… gracias
Gracias a ti, Roser.
Disfruta escribiendo. Con los 101 ejercicios ya verás cómo practicas…
¡Besos!
Me encantan cada uno de los 22 ejercicios que propones, me parecen superoriginales. He empezado por la amenaza, que como que me ha llamado, ahí a sacar mi lado malote
EJERCICIO 11. UNA AMENAZA
Hola abusador. No me conoces pero yo a ti sí. Sólo soy una más de tus víctimas; has hecho daño con tus palabras y tus actos a tanta gente que para ti no somos nadie, pero vas a saber lo que se siente, no te diré cuando pero sí que pronto, no sabrás quien, ni donde, ni como…pero morirás y como durante aquella terrible semana sabrás lo que es el miedo que te paraliza y te impide vivir. Yo era dulce y confiada pero tú me hiciste cruel y despiadada. ¿Estoy detrás de ti, a tu lado, te observo desde la lejanía? Hasta que no sientas el frío de la hoja de la navaja en tu piel no lo sabrás y será tan rápido, tan inesperado que no tendrás tiempo de ver pasar tu vida por delante de tus ojos—tampoco es que te pierdas gran cosa, eres un mierda en una vida de mierda—, morirás rápido cosa que no te mereces pero es más seguro para mí, no puedo dejar que abras la boca, tus palabras empalagosas aún pueden engañarme y salvarte de una muerte segura. ¿Sabes? Estoy disfrutando tanto la planificación que hasta comprendo por qué lo haces, te sientes superior—sabes algo que tu víctima no—, te crees dios —tienes el poder de la vida y la muerte—, pero esta vez ese poder es mío, no tuyo…tú solo mira a todas partes cada vez que salgas porque en algún autobús, en un café, en la calle, en tu portal me abalanzaré sobre ti y no me verás solo caerás fulminado por el ogro que tú mismo creaste. En ese momento, todo pasará y volveré a vivir siendo lo que soy cuando no pienso en ti, una buena persona que desde ese instante volverá a ser feliz.
¡Muchas gracias, Mª Carmen!
Me alegro de que te hayan gustado y, además, me encanta que hayas compartido tu relato con quienes visiten este blog.
Un beso muy grande.
Itziar
He atravesado el espejo,y he encontrado a esa niña de mi interior, aún asustada, llena de inseguridades, con miedo al incierto futuro, respirando agitada, puedo escuchar como late su corazón en medio del profundo silencio, la soledad la abraza y ella solo se encoge de hombros sintiendo el frío abrazo. La miro y puedo ver que le falta un cálido beso, un abrazo en días oscuros, una palabra de aliento y un susurro que le diga que todo pasa y que los sueños se pueden alcanzar. ¿Niña quieres compañía? ¿Cuánto tiempo has estado atrapada aquí? . Puedo mirar en sus ojos la Esperanza, las ganas innatas de crecer, de soñar y crear, pero también puedo percibir sus miedos, ese ahogo que siente cada vez que quiere gritar y salir corriendo. ¿Tomas mi mano? Estoy aquí para ti; para escucharte, para apoyarte y confirmarte que todo es pasajero; y que puedes alcanzar tus metas porque eres capaz y grandiosa.
¡Qué bonito lo que has encontrado al otro lado del espejo!
Gracias por compartir el relato, Roannis.
He atravesado el espejo.
El espejo de la puerta del armario. Un espejo de cuerpo entero en el que nos miramos cuando nos vestimos o simplemente para probarnos distintas prendas.
No ha sido de forma voluntaria, estaba intentando meterme en un pantalón de los que no suelo ponerme y que estaba al fondo del armario cuando al hacer un esfuerzo para que entrara la pernera he tropezado y he caído de bruces contra el espejo.
Realmente lo que he visto ha sido el espejo abalanzándose sobre mí y a una velocidad tal que no podía hacer nada por evitarlo y solo me ha dado tiempo a cerrar los ojos y esperar el golpe en mi cabeza pues era lo primero que iba a impactar.
Cuando he abierto de nuevo los ojos lo primero que he pensado ha sido que no sentía dolor en parte alguna de mi cuerpo y lo segundo que…¿Dónde estoy?
Vuelvo a estar en mi habitación y aunque la reconozco me ha costado darme cuenta de algo inquietante. Es exactamente la misma, la cama, las mesillas, los cuadros, pero nada está en su sitio. Todo está…al revés.
La imagen que nos devuelve un espejo es la misma pero invertida horizontalmente y por tanto la mano derecha está en la izquierda en el reflejo.
Si estoy al otro lado del espejo es «lógico» que todo lo vea invertido, así la puerta de la habitación queda a la izquierda y la cama en cambio a la derecha.
¿Lógico?, por supuesto que no, pero el cerebro tiene que buscar rápidamente una explicación y se va a lo mas simple sin entrar en detalles.
Y aquí me encuentro ahora con la duda de, si me lanzo de nuevo contra el espejo esperando volver a mi antigua realidad o si me aventuro a salir de la habitación y arriesgarme a lo que me encuentre en esta casa invertida.
¡Qué buen relato, Carlos!
Me ha encantado visualizar a tu personaje debatiéndose entre volver por donde ha venido o investigar lo que sucede en esa casa invertida. ¡Qué interesante!
Gracias por escribirlo y compartirlo conmigo y con todas las personas que llegan a este blog.
¡Besos!
Gracias por tu comentario.
Me he tomado esto como un disfrute y voy a intentar otro ejercicio de los veintidós.
Julián se despertó sin dientes.
Se dio cuenta en cuanto notó las encías doloridas al pasarse la lengua. Era una sensación extraña y no podía entender a qué se debía. Miró a su alrededor y aunque reconocía el entorno no acababa de ver con claridad y eso le inquietaba bastante. Revolviéndose entre las sábanas y como seguía con el dolor en la boca le entraron ganas de llorar sin saber muy bien por qué.
En la habitación contigua Sara y Miguel miraban con disimulo a Julián. En un susurro de voz ella dijo:
– Mira Miguel creo que esto no es normal. No he visto nada parecido.
– Ya te he dicho que no te preocupes, a mi me parece que no es tan raro, he visto casos parecidos y ya verás como es cuestión de tiempo y todo va a seguir su curso.
– Si tú lo dices…
Julián mientras tanto seguía dando vueltas entre las sábanas y aunque continuaba llorando algo en su interior le decía que lo de los dientes se iba a arreglar pronto.
Sara y Miguel miraban con cariño a su hijo que hoy cumplía su primer año.
¡Qué buen relato, Carlos!
Enhorabuena.
Me encanta que practiques y que lo compartas conmigo y con todas las personas que leen este blog.
Sigue así. Te diría que revises la coma del vocativo y las normas de puntuación de diálogos. Con eso, tus textos aún brillarán más.
¡Bravo, bravo!
Itziar
Me atreví a escribir esto:
He atravesado el espejo». ¡Y oh! sorpresa me encontré con mi otro yo. ¡Me miró a los ojos y me dijo cobarde! No has sido capaz de escribir tus experiencias, tus vivencias, tus preocupaciones, tus ansiedades, Yo que si las conozco y se que son muchas: llenas de esfuerzo, lucha, coraje, de superación personal, de ejemplos de vida y hasta divertidas ¿Por qué no empiezas? ¡Cuántas personas aprenderían de ti, cuantas volverían a empezar! Desperté azorada y me sorprendí de mí misma, de mis reproches dormidos. En mi letargo vi a Julián que se despertó sin dientes y lo interrogué diciéndole ¿Dónde dejaste tu caja de dientes?
El asustado me respondió me los rompió el espejo, ese que te interpeló y que tanto te cuestionó por no seguir tus impulsos, por no sacar a flote lo que tienes dentro, si eso que tanto has querido plasmar en un papel y el miedo no te deja. ¿Por qué se te hace tan difícil? Ah…creo entenderlo. No sabes por donde empezar. ¿Y si te ayudo?
Un inicio podría ser……Tus recuerdos de infancia, como fueron, a quien recuerdas con nostalgia, quien te impulsó a terminar tus estudios superiores en tu edad madura, ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué tan difícil fue esa época o fuiste así de valiente que lo hiciste contra viento y marea y si crees que valió la pena?
Bueno…. El título podría ser “Al fin escribo mis experiencias vividas “y eso ¿para qué? A quien le importa lo que he vivido, sufrido o logrado?
Genial, Esther.
Enhorabuena y gracias por participar.
Un besazo.
Muchas gracias Itziar!!
Te he encontrado porque he participado en un reto de 5 días de escritura creativa con otras dos chicas que lo organizan y el último día, el 5, entregaban el ejercicio no por mail, sino en una grabación que han eliminado antes de yo poder acceder a ella, y me he dicho… ¿me voy a quedar sin completar el reto?? de eso nada, y me he puesto a buscar uno para completarlo, así te he encontrado!! jajaja.
Me han encantado tus propuestas y me he guardado tu contacto, tu trabajo me parece revelador, natural y transmite vulnerabilidad y verdad. Muchísimas gracias, porque con el relato del día en que nací, he llegado a una gran verdad sobre mí misma y mi vocación, asociada a sucesos importantes que ocurrieron, y quiero agradecer que haya sido a través de tí y tu propuesta.
¡¡Un fuerte abrazo lleno de gratitud y nos escribimos en el camino!!
Raquel
¡Hola, Raquel!
¡Qué ilusión que me cuentes algo así y te tomes el tiempo de escribirlo en el blog! Gracias de todo corazón.
Espero que mis artículos en el blog te sirvan, así como el canal de Youtube donde tengo un montón de vídeos y ejercicios de escritura. Cuadernos, clases, talleres de escritura creativa y emocional… ¡Un mundo mágico de letras y emociones!
Bienvenida y gracias por esa despedida que me ha encantado: nos escribimos en el camino.
¡Besos!
Buenaasss!!! :)))
Recientemente he descubierto tu blog (que me parece estupendo, por cierto) y quería agradecerte porque me ha ayudado a reconectar con la escritura, una pasión que nunca he desarrollado del todo (por falta de confianza en mí misma. tal vez) y con la que no he tenido una buena relación este último año. He leído algunas entradas del blog y, al final, me he animado a realizar algunas de estos ejercicios de escritura creativo; por aquí dejo uno de los textos:
«He atravesado el espejo.
Pero la persona que se ha quedado allí no es la misma que hay a este lado del cristal.
Yo soy ella.
Ella es yo.
Tenemos la misma cara, el mismo pelo, el mismo cuerpo.
Y, sin embargo, no somos el mismo ser.
La observo con cautela.
Su mirada oscura clavada en la mía.
Sus manos apretadas en puños; los nudillos blancos.
Su sonrisa, triste, apagada,
que no despierta ningún brillo en sus ojos vidriosos,
esos ojos tan llenos de miedos y tan vacíos de vida.
He atravesado el espejo.
Y a este lado ha quedado la chica risueña y libre.
Libre de complejos, libre de miedos, libre de ataduras.
La chica que se permite fallar y no se avergüenza de ello.
La chica que baila desenfrenada ante el espejo
y la que lo da todo cuando suena su canción favorita en la radio, aunque cante fatal.
La chica que se ríe por todo y por nada.
La que llora de frustración y, sobre todo, de risa.
La chica alocada y sensible que siente todo al máximo.
La chica valiente y llena de coraje que no se encoje ante nadie.
He atravesado el espejo.
Y ha salido esa chica que arde con fuerza.
Esa rebosante de energía, rebosante de vida.
He atravesado el espejo.
Y en él ha quedado esa imagen carente de luz,
esa sombra que consumía el alma y ahogaba.
He atravesado el espejo.
Y lo he comprendido:
Yo no soy ella.
Ella no es yo.
Aunque siempre compartiremos partes de un mismo reflejo.»
De nuevo, muchas gracias y un saludo :)).
¡Hola, Irene! ¡Bienvenida!
Muchísimas gracias por tus palabras y por tu relato, tan bello…
¿Has escrito poesía? Por la propia estructura del texto diría que sí, si bien también aprecio tu prosa poética.
Un beso grande y muchas gracias de nuevo.
He atravesado el espejo (literalmente)
El otro día la profesora de fisíca nos explicó severamente las propiedades de los cuerpos de materia.
Y sin embargo yo acababa de cruzar mi habitación ¡por el espejo!
Un espejo con los bordes gastados y algún que otro arañazo. Un maldito espejo comprado en un mercadillo es la causa de que ahora esté planteándome mi existencia, tirada en el suelo de mi habitación con los ojos abiertos como platos.
¿Soy un fantasma?
¿El espejo es un fantasma?
Me acerco cuidadosamente a él e intento tocarlo con la punta del pie.
Y… esta vez no pasa nada.
Espera, ¿Qué?
Estoy a punto de tirarme por la ventana frustrada cuando escucho una risa.
Bueno, no solo una risa.
SU RISA
Juro por todos los granos de arena en el mudo que lo mato.
Busco cabreada por todos los rincones de la habitación con los ojos.
Pero no hay nadie.
Y es entonces justo entonces cuando caigo en una mera cuestión sin importancia.
Me llevo las manos a la cara al instante echando humo por las orejas.
¿A quién en su sano juicio se le ocurre regalarle unas gafas de realidad virtual a su hermano maligno?
Bravo, Clara.
Me ha gustado mucho la historia.
¡Besos!
¡Hola! Me encontré con tu blog porque estoy intentando volver a escribir.
Voy a hacer de esos ejercicios un reto de 22 días.
Te comparto escrito del día 1.
¡Gracias por esto!
He atravesado el espejo, y a pesar de que no me estrellé en el cristal como imaginé, he recibido un golpe muy fuerte.
Aquí del otro lado, no todo es bello como siempre imaginé. Todos se parecen a mí, no, no me refiero a que tienen mi rostro o mi cuerpo, ni siquiera mi carácter, cada uno conserva su esencia.
Si, así es, en este lugar existen todas y cada una de las personas que conozco afuera, y a pesar de que siguen siendo los mismos, en este mundo todos son mi reflejo porque cada uno me ha tratado como yo les traté afuera y, no me gustó.
Aquí valoro a cada uno de los que están en mi mundo, porque yo no he podido perdonar lo que a mí se me perdonó en su momento. Y entonces descubrí que hay personas que han dejado pasar lo que hice por el amor que me tienen, cosas que yo, por nada del mundo podría permitir.
Esté mundo no me gusta, me vi y descubrí tal cual soy, pero ya no hay marcha atrás una vez atravesado el Cristal, no puedes volver.
¿Todavía estás seguro de querer atravesar el espejo?
¡Hola!
Bienvenida a mi universo creativo. Me alegro muchísimo de tenerte por aquí y de que te hayas animado a escribir un relato y a participar en el reto. Si te suscribes a la web recibirás nuevos retos en tu mail. Te mando un beso grande. Bonito relato. 😉
Itziar
Hola Itziar. Necesitaba escribir, ponerme en palabras, desde hace mucho tiempo. Sólo en enero de este año decidí hacerlo de forma constante, diaria, cada mañana con mi café con leche pegadito a mí. Escribí relatos cortos según iba pergeñándolos en mi mente, digamos, «calenturienta». Una mente continuamente pensante, activa, agotadora, que empezó a encontrar un cauce estrecho, pero cauce al fin y al cabo, para llegar al mar. Un día se me ocurrió que en internet quizá podía encontrar ejercicios para acercarme allí, a la plenitud que sé que tengo dentro. Allí te encontré. He terminado el ejercicio 2 y estoy muy satisfecha. Empiezo a sentir en mi piel una brisa marina que me acaricia, que me acuna…
Mil gracias.
No sabes cómo me alegro, Gladys. Un beso enorme y a seguir fluyendo, que el viento de la inspiración te lleve…
Hola!
Que bonito encontrar una página donde poder compartir y saciar un poco las ganas de escribir y no saber por dooonde!!
Te comparto el primer ejercicio, posiblemente tenga errores gramaticales, puesto que es mi primer cuento, espero poder mejorar. Muchas gracias.
He atravesado el espejo el día que por fin decidí mirarme el.
He atravesado el espejo, hacia un mundo diferente. Me había despojado de todo, solo tenia una enorme sensación de vacío. Pero, ¿Qué es todo esto?, me pregunté y no lograba encontrar, ni formular una respuesta. ¿Dónde estaba?, ¿por qué?
Intenté recapitular paso a paso.
Hace unos meses, una vieja en la calle me regalo un espejo todo tapado, ella me dijo que lo piense y lo use cuando este lista y segura de hacerlo. Yo no le di mucha importancia a sus palabras. ¿Lista de qué o para qué?, ¿Para verme las canas?, las veo todos los días.
Ese día, llegue a casa, puse el espejo en la mesa, después lo guarde en el mueble, lo volvi a sacar y mover de un lugar a otro, siempre tapado y siempre pensando, ¿lista para qué?
Hoy me desperté lista y decidida de colgarlo en el baño, así que lo destapé, le puse pegamento y lo pegué en la pared, y adivinen qué… Nada paso. No apareció un fantasma, no se rompió en mil pedazos, nada. Así que, me fui a bañar, me alisté y me fui al trabajo.
Cuando volví del trabajo, fui al baño y cuando pase por el espejo, noté todo mi pelo despeinado, ¿De verdad estuve todo el día así?, me detuve a mirar y me encontré una bolita de grasa en la cara, que estoy más gorda, las canas y ese error que cometí en el día. Así y así, me fuí sumiendo en pensamientos negativos. Fué ahí cuando me desvanecí, y luego aparecí aca. Del otro lado.
Este lugar es bastante raro, el piso es de tierra y esta muy oscuro, el cielo esta gris, y hace frio. ¿Dondé estoy?, empecé a caminar, buscando algo o alguien que me explique que esta pasando. El desconcierto es total.
Caminando y explorando, llegue a una valla pequeña que delimitaba este oscuro y abandonado… cacho de tierra. No hay música, ni sonidos. El silencio es propio del paisaje, nulo, chato. ¿Y ahora qué hago? Los vecinos, tienen los jardines igual, el pueblo parece abandonado. El panorama es completamente depresivo, sin árboles ni rosas, ni verde, ni pájaros. La muerte llegó a este lugar. ¿Qué renacerá?
Igual, todo bien, pero tengo que volver. Mi novio se va a preocupar cuando vuelva y no este. ¿y el perro?. Tengo que volver.
Al rato, ya rendida, me senté en la pura tierra, el piso se sentía húmedo y tétrico.
¿Para qué tenia que estar lista?, ¿Qué se supone que haga?
Una vez, leí un cuento sobre el jardín interior, ¿será este el mío?
¡Qué bien escrito el cuento, Carolina! Gracias por unirte y participar en esta cadena de escritos.
Un beso grande.
Te animo a suscribirte a mi newsletter si aún no lo has hecho porque cada trimestre organizo retos de escritura creativa y emocional y así además podrás enterarte de clases y cursos que igual te interesan para seguir escribiendo.
Gracias de nuevo.
HE ATRAVESADO EL ESPEJO
He atravesado el espejo, pero la realidad no parece ser diferente. Las mañanas siguen siendo mañanas, y las tardes siguen siendo tardes. ¿Qué habrá sido de Ramiro? Hace tiempo que no sé de él, y sería grato que intercambiáramos palabras de nuevo. Las travesías que cruzamos juntos parecen de otro mundo. Cuando conocí a Ramiro Manriquez hace ya algunos meses, me pareció un niño demasiado regular. No conocía su forma de trabajar, ni tampoco la manía que tiene por encantar a la gente. Sus facciones eran masculinas y, su rostro, reflejaba las ganas que tenía de vivir todo de una vez. La tarde de invierno en que fuimos al Parque Fundidora jamás la olvidaré, pues fue cuando me confesó que mi atracción era correspondida. Acaricié sus labios y me animé a besarlo. Se apartó un poco, y lo traduje a un gesto de timidez.
Desnudo en la oscuridad, palpo las orillas metálicas de la puerta, y casi puedo escuchar una voz que me llama a alejarme de lo convencional. La habitación está vacía, pero la presencia de algo mayor, algo más grande que yo y la existencia misma, es casi palpable.
Sus ojos tenían el brillo de alguien que desea más, siempre más, y se lo atribuí a que, a sus 21 años, siempre ha vivido en el mismo lugar, convidido con las mismas personas. Sus fuertes manos me tomaron por la cintura, y sentí su miembro erecto junto a mi muslo. Las ganas que tuve de arrodillarme y ponerlo en mi boca…
La presencia inexistente se cuela dentro de mí y, al fin, puedo ver cuán equivocado estaba. El espejo, en plena penumbra, me muestra la verdadera imagen de mí, un joven demacrado y malpasado. Qué golpe de realidad tan dura, esa del espejo.
¡Qué buen relato, Fernando!
Muchas gracias por compartirlo.
ejercitando antes de dormir.
mi ultimo regalo
crei que ya era demasiado tarde, la mañana se hizo mediodia caminando, entre pinos robustos, junto a nuestro potrillo JP en el campito mio aquel.
Dia de verano, sudor y mocos. Y aunque el sol ya se oculto, su calor aun nos acompaña y no nos deja dormir. La transpiracion violenta baja por mi cien, mis manos me tiemblan, solo trato de mantener la ‘compostura’ y no desmayarme antes de llegar a la cama.
uy! si, un garquesito y coronamos la night. Solo hoy nadie estara llamandome detras de la puerta. La pequeña jules, mi hija, volvera a las 6am de la colonia. Recordare este momento toda la semana.
Genial, Nadia.
Gracias por compartir tu talento.
Un beso.
He atravesado el espejo contemplando como pasa la vida. En este nuevo lugar, donde me encuentro, diviso el horizonte con inquietud y sosiego, todo es nuevo. Un mundo de vivos colores, caminos de alegrías y tristezas, llanuras de esperanza y ríos de ilusión. Observo como me acerco a pequeños afluentes que se escapan entre mis sentidos. Sigo el sendero de la armonía que me llevará de nuevo hasta ti, donde me inunda la paz al recordar el tiempo pasado.
Gracias por escribir tu relato, Raquel.
Me encanta. Consciencia a tope.