Cuando Felipe ganó el Premio de narrativa Carmen Martín Gaite 2020 me alegré como si lo hubiera ganado yo misma. Hacía un par de años me había hablado de la novela, me había dado a leer las primeras páginas y había compartido conmigo sus inquietudes sobre la historia. A grandes rasgos, eso sí, porque los escritores somos muy celosos de nuestros escritos.
Aún lo recuerdo a mi lado en el Casino de Irún abarrotado de gente, en la presentación de su ópera prima, Viento Norte, explicando aquello de que él es un hombre de ciencias que quiso probarse en el mundo de las letras. Me gustó tanto descubrir que es una de esas personas que no se conforman con la etiqueta que te pones con diecisiete años… Además su libro me había gustado: mucho. Para no conocerle y no tener ni idea de quién era ni cuáles eran sus intereses, despertó mi curiosidad.
Y nos caímos bien.
Dos mares
«Dos mares es una aventura vital que lleva al protagonista desde el Cantábrico hasta el Pacífico en busca de sí mismo». Así reza la sinopsis de la novela y ahora que he terminado de leerla, suscribo esta otra parte: «la prosa de Cambón, con destellos poéticos inesperados, profundiza, igual que un buzo en el mar, en sus sentimientos y pensamientos, pero siempre con contención y autenticidad».
La novela empieza con una cita de Cortázar y seguido, te das de bruces con una frase que invita a sumergirte en la historia de lleno. Es una de esas frases de inicio de historia que me gustan, contundentes, directas, rotundas:
«La culpa vive como viven los animales salvajes».
Luego llega Hasier, el protagonista, una especie de antihéroe, un chico complejo, reservado. Me ha encantado encontrarme con un personaje que no fuera el típico personaje que siempre acierta o al que las cosas le salen bien solo porque es el prota. Hasier es humano, errático, tozudo, sensible y visceral.
La amistad
Si bien Dos mares hace referencia al Cantábrico y al Pacífico, a las profundidades del océano que tan bien describe Felipe en las incursiones de buceo (menuda sorpresa me he llevado con este tema: ¡qué bonito lo has contado!), para mí los dos mares son los dos puntos de vista de unos amigos que luchan por reencontrarse a pesar de los pesares. Culpa, arrepentimiento y rencor.
Me han enganchado los diálogos y he sentido la tensión en el ambiente.
¿Acaso se puede pedir más a un simple libro?
Creo que Hasier y Xanti viajarán conmigo durante mucho tiempo puesto que sigo viéndolos en mi mente, frente a frente, intentando llegar a un punto de equilibrio. ¡Qué universo más curioso les has creado, Felipe! ¡Bravo! Tan real…
Por otra parte, el personaje de la madre es sensacional. Emotivo, tierno y áspero a la vez. De Marcela hablaremos en persona. Con qué poco has dicho tanto. También de Jeff y de Costa Rica. Y es que Dos mares invita a conversar. Chapeau!
Mis rescates
Lo que más me ha llamado la atención durante toda la historia es el cómo ha elegido Felipe contarla. Ya hace unos años me comentó que quería arriesgar. ¡Y vaya si lo ha hecho! Escribir en presente tiene sus riesgos. Para empezar, te obliga a ir a un ritmo frenético lleno de frases cortas que se atropellan entre sí. Quizá por ello deslumbran las reflexiones que entre acción y acción te hacen detenerte y releer:
- La derrota tiene algo de bálsamo. Siempre. La distancia es, además, una realidad insalvable (…) En la batalla del olvido, los fracasos siempre se van espaciando. Son precisamente esos vacíos los que van anunciando la llegada de la victoria.
- La mar se parece mucho a las mujeres. Porque, como ellas, sabe siempre sacarnos la verdad. Por eso hay que llamarla en femenino: la mar.
- Son los matices, las caras ocultas, las sombras descubiertas, las que abren nuevos caminos a la imaginación. Los meses del divorcio fueron meses sin gritos, sin reproches que infectasen el aire ni maletas en el pasillo. En ocasiones, es la delicadeza lo que una pareja destruida encuentra en su caída para no salpicar con sus miserias. Las cosas valiosas se hacen despacio y sin ruido (…).
- Es en las pequeñas concesiones donde nacen las distancias.
- La vida es a veces cuestión de sinergias. El latido de dos corazones que, en lugar de sumar, multiplica.
- El agua silencia todos los sonidos, todas las distracciones. Se lleva la gravedad, los ruidos, el mundo completo de la superficie. Pasado y futuro no existen, pierden su sentido, desaparecen como concepto. El agua tiene ese poder. El poder de magnificar el presente. El agua arrincona lo malo. Arrincona la confusión, el remordimiento, la desconfianza. Y la culpa.
¿Lo recomiendo?
¡Por supuesto! Es un libro distinto (¡por fin!) con una gran profundidad y reflexión acerca del ser humano y sus quiebros. Un libro valiente y, al mismo tiempo, sencillo, que se lee fácil y engancha. Personajes que calan como los rescates que acabo de compartir. ¡Cómo me gusta que un libro me guste!
Así que aquí os dejo esta breve reseña de Dos mares y os recomiendo que la adquiráis en vuestra librería más cercana. La ha editado Ediciones Traspiés, tiene 288 páginas y el diseño de portada pertenece a Joaquín Peña-Toro.
Zorionak, Felipe.
Será un gustazo acompañarte en la presentación de la novela cuando el mundo nos permita juntarnos. ¡Éxitos, colega! ♡
✍🏼 ¿Alguien que conozca el libro? ¿Al autor? ¿Que vaya a leerlo?