Hoy, 20 de diciembre a las 20:00, imparto a través de Zoom una clase especial de regalo sobre escritura y gestión emocional para despedir el convulso 2020, que nos ha agitado a todos de pies a cabeza.
Escribo estas líneas mientras mi madre permanece ingresada en el hospital con problemas respiratorios y mi padre ha acusado la rapidez con la que el Alzheimer gana terreno en cuanto hay una crisis. ¡Qué osada hablar de gestión emocional cuando el suelo que piso se ha convertido en una auténtica cuerda floja… Justo, además, en el proceso de lanzamiento de Maldito Gorri y su brutal impacto. ¡Está siendo tan bonito!
La escritura como terapia
Siempre he creído que la escritura me salvó de volverme loca cuando en la adolescencia la vida empezó a doler. Cuando a través de diversas lecturas comprendí que no estaba sola en el mundo y que al igual que yo, había cientos de personas que necesitaban poner palabras a lo que sentían.
Me gustan las personas que escriben.
Aunque no me guste lo que escriben.
¿Se entiende esto? Me fío de quienes ordenan sus cabezas en folios en blanco. De quienes dan rienda suelta a su imaginación y a sus emociones y les dan espacio y valor. No importa si publicas o si tus textos los quemas una vez escritos. Lo importante es escribir, soltar, drenar, vomitar el silencio.
El autoconocimiento
Es más, cuando escribimos sobre nosotros mismos, cuando intentamos entender lo que nos pasa, cuando intentamos explicar por qué esto ha sucedido así o asá, descubrimos quiénes somos en realidad y cómo funcionamos. ¡Escribir aporta tanta información sobre uno mismo! Textos planos, textos gritones, textos con un tono elevado, textos llenos de argot… ¿Quién eres? ¿Te has leído con conciencia?
Y a veces no hace falta escribir grandes tratados, ni siquiera relatos, basta con escribir listas de ideas para entender lo que ronda en tu cabeza. Es tan liberador… ¿Lo has probado? Yo soy adicta a las listas. Resuelven mis inquietudes.
Agur, 2020
Aún estoy dando forma a la que será mi entrada de despedida de este año, pero en cuanto al apartado formativo, siento que debo terminarlo agradeciendo la confianza que muchísimas personas han tenido en mí en este loco 2020. He trabajado mucho este año y muy bien y me sentía en la necesidad de agradecer con una clase gratuita a quien de veras sintonice conmigo.
Como posiblemente leas esta entrada después de que la clase se haya producido, te invito a que te descargues el cuaderno de trabajo aquí mismo:
Mi idea es poder compartir contigo lo aprendido durante este año, así como los recursos que utilizo para conservar el equilibrio emocional cuidando todas las áreas de mi vida.
Estaré encantada de leerte si te animas a descargar el cuaderno y a realizar los ejercicios y compartes tus impresiones conmigo.
Te mando un beso grande.
Deseo que honres el cierre del 2020 y que recibas 2021 con ilusión.
Este ha sido un año para aprender a vivir al día y no debemos olvidarnos de que el centro está en nosotros y de que si nosotros no estamos bien, no podremos ayudar a nada ni a nadie.
Itziar
Deja una respuesta