¿Quieres saber por qué te bloqueas y cómo superarlo?
En primer lugar, respira.
Lo más natural del mundo es bloquearse. Fíjate el nivel de estrés en el que te mueves. Despertador, prisas, trabajo, niños, casa, trabajo, responsabilidades varias, preocupaciones, agenda llena, listas de pendientes, más trabajo, familia, facturas, deporte, hacer, hacer, hacer…
¿De dónde quieres que aflore tu creatividad si no te permites parar y despejar la mente?
¿Sabes en qué momentos soy más creativa?
Mientras me ducho o friego los cacharros. Cuando paseo, cuando estoy en un concierto o en una función de teatro, mientras estoy leyendo o, simplemente, mirando por la ventana de casa.
Soy más creativa cuando dejo espacio en mi mente, cuando relajo el sistema nervioso. Si mi sistema nervioso está activado, está cumpliendo su función de protección y respuesta eficiente para la vida. En cuanto activo el parasimpático, la relajación manda una orden distinta al cerebro y le dice: «¡disfrute!». Y ahí surge la magia. Sin presión.
Los 5 bloqueos creativos más comunes
- Miedo al juicio y la crítica.
¿Qué es lo peor que podrían decirte al leerte? Te aseguro que no hay verdugo más cruel que uno mismo, así que si desde un primer momento detectas qué es lo peor que alguien podría decirte, antes podrás elegir que no te afecte, porque a quien tiene que gustar tu obra, en primer y último lugar, es a ti.
¿Para quién escribes? ¿Para ti o para los demás?
Además, la gente siempre va a opinar. ¡Siempre! Te encontrarás con personas que aplaudan tu camino y con otras que buscarán el más mínimo fallo. Forma parte de la condición humana. ¿A quién vas a dar credibilidad?
En mi manual de escritura La narradora loca, hablo de los apagasueños, esas personas que, amargadas por sus creencias limitantes, intentan pinchar tu burbuja.
No lo permitas. Confía en ti. Confía en esa idea que has tenido. Persevera.
No dejes que nadie pinche tu burbuja. - Perfeccionismo inhibidor.
¿A quién te gustaría parecerte? ¿A quién admiras? ¿Quién te turba?
Nunca vas a ser esa persona. Lo siento. Vas a ser todavía alguien mejor. ¡Tú!
Y es que el perfeccionismo es absolutamente limitante. Lleva la palabra nunca pegada a la chepa. ¡Relájate! Escribe solo lo que sientas. Déjate llevar y disfruta del proceso. Entrégate a él y ríndete.
1/ Porque no vas a gustar a todo el mundo.
2/Porque escribir es un acto de amor que nace de tus entrañas, date amor como tú sabes. Con tus palabras y tu estilo. Con tus expresiones e ideas.
No hay ideas mejores ni peores. Se han escrito miles de libros tratando todos los temas posibles y cada autor/a lo ha escrito desde su perspectiva única, desde su corazón único, desde su imaginación.
No intentes ser perfecto/perfecta; intenta ser auténtico/auténtica. - Presión de cumplir con las expectativas externas e internas.
¿Qué te estás pidiendo a ti mismo? ¿Cuál es tu punto de partida real? ¿Dónde estás?
No es lo mismo desear escribir una novela si nunca has finalizado ni un solo relato, que llevar muchos relatos a la espalda. No es lo mismo no haber leído nunca que ser un ávido lector y, por tanto, tener un amplio bagaje literario de formas, estilos, estructuras, tramas y argumentos.
¿A quién buscas satisfacer? Vuelve a ti si notas que la ansiedad por encajar, por no sentirte rechazado/a te está frenando. Insisto en que no vas a gustar a todo el mundo, pero también me reafirmo en que todo el mundo tiene su público.
Hay quien lee a Saramago y a Onetti y quienes disfrutan solo con la novela negra. Quienes bailan salsa y quienes destacan en hip-hop. Quienes escuchan a María Callas y quienes agitan melenas con el heavy metal.
¿Qué te gusta a ti? Escribe por y para ti. Siempre, sin excepción.
Luego… ya se verá adónde llega tu historia, pero primero lo primero. Crear. Disfrutar del proceso y rendirte a él. - Bloqueo creativo por exceso de rutina.
Te hablaba de esto al inicio del post. Si siempre estás ocupado, con un alto nivel de estrés, o si tu vida es muy rutinaria, sin espacio para que entren nuevos estímulos en tu cerebro, ¿cómo quieres que se produzcan nuevas asociaciones mentales?
¿Qué tipo de libros lees? ¿Siempre los mismos? ¡Error! ¡Cambia! Introduce recetarios, novelas, libros de relatos, poesía, géneros diferentes… ¿Para qué? Para que un nuevo vocabulario llegue a ti, nuevas fórmulas, nuevos personajes e historias, tramas diferentes que puedan darte ideas…
Si todos los días vas al trabajo por el mismo camino, activas el piloto automático. ¿Dónde hay espacio ahí para la originalidad y la sorpresa? Como no se caiga un árbol mientras tanto y haya un suceso extraordinario… ¡Nada! Aburrimiento total.
La creatividad es la antítesis del aburrimiento.
Sal a nuevos escenarios, pasea, descubre a nuevas personas, nuevos grupos musicales, escritores, ¡el arte! Déjate inspirar. Ponte las gafas de ver el mundo.
Sal de tu rutina y respírala.
Solo en la calma dejarás el hueco necesario como para que entren nuevas ideas o algunas viejas tengan espacio suficiente para desplegarse. - Inseguridad sobre la propia capacidad.
Si te sientes inseguro, practica. La práctica hace al maestro.
Pero plantéate primero si esa inseguridad es por falta de autoestima o por falta de técnica real.
Volvamos al punto 3. ¿Cuál es tu punto de partida? Porque no es lo mismo ser un principiante y sentir inseguridad, algo que es lógico, que llevar muchos años escribiendo y sentirte paralizado por tanto análisis.
En ambos casos te diría que te animes a participar en algún curso de escritura para doblegar a esa inseguridad y vencerla. Que recibas una valoración profesional sobre tu escritura para que dejes de fustigarte. Los grupos de escritura creativa, por ejemplo, son una gran escuela para trabajar todos los puntos que acabamos de tratar.
Dos martes al mes dirijo un curso online de escritura creativa que puede ayudarte si sientes que quieres conectar con tu creatividad.
Consejos finales para superar el bloqueo del escritor
Yo te animaría a que antes de cada sesión de escritura te tomes un par de minutos para calmar la mente. Realiza unas cuantas respiraciones, visualízate escribiendo con fluidez, sonríe, siente la paz y la satisfacción personal y recuerda por qué y para qué escribes.
Tan pronto te descubras intentando satisfacer a terceros, detente y realiza un par de respiraciones para volver a ti. Y así con cada emoción limitante que te embargue.
Si te sirve, emplea el mantra que repiten todos mis alumnos:
CALMA Y SUTIL PERSEVERANCIA
Roma no se construyó en un día. Disfruta del proceso.
Es imprescindible que confíes en ti.
¡Ah! Y que sepas que no todos los autores sufren escribiendo, te recomiendo leer a Ray Bradbury y su fantástico Zen en el arte de escribir. Admiración pura. 🫶🏼
Déjame un comentario si este post te ha ayudado o si sientes algún otro tipo de bloqueo que no haya mencionado para que pueda responderte desde mi experiencia como escritora y profesora de escritura creativa y emocional.
¡Besos!
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